POEMA A SALAMANCA
A ti, Salamanca, llegué de otra tierra, sí, bañada de historia y arte
Granada en mano y guiado por hermosos sueños conductores
en los que me veía perdiéndome por tus calles, avenidas, plazas
y respirando tu historia, arquitectura, parques, catedrales, iglesias,
conventos, palacios, universidad, biblioteca, esculturas ...
Campo de Salamanca, imaginado desde tu primera Edad de hierro,
los primeros en el cerro de San Vicente, con ribera del río Tormes,
con el pasar de los siglos, y quizás, más de 2500 años, viste pasar a :
vacceos, vetones, romanos, visigodos, musulmanes...
y en el tiempo en que tú, bien asentada en Península Ibérica, sigues y estás.
Hubo época en la que tu Universidad fue prestigiosa en Occidente:
«Quod natura non dat, Salmantica non præstat»,
«Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta».
A ti, ciudad única y emblemática, dedico estas palabras que salen
de la espiral y lo profundo de los tiempos.
Y de la misma forma en la que llegué, deslizándome, me iré,
porque sus gentes vieron y nada entendieron. Sí, estuve aquí,
y a mí la ciudad me prestó, me ayudó y me iluminó una fracción.
Estancia y tiempo se terminan así como todo a de terminar.
Gracias, Salamanca, gracias.
César Nostradamus
Martes, 5 de agosto de 2025